Comparto un texto, un pensamiento, un relato breve, que he escrito para la Revista Susurros de luz.
Calor
Cientos de sílabas rebotan en mi cabeza como si fueran bolas esperando su momento en una jaula, en una vieja sala de bingo. Las sílabas saltan como si un fuerte viento soplase desde la base, haciendo que suban hasta dar con la cúpula celeste que forma mi cráneo. Toda la información del universo está ahí dentro, dependiendo de los algoritmos que rodeen mi contexto social, formaran una palabras u otras.
Voy del sillón del salón a la silla del despacho. Hace mucho calor, todavía no es excesivo porque todo se relativiza en la medida en que uno pueda moverse lo más despacio posible. Movimientos lentos, suaves. Que la energía que consume el cuerpo no se transforme en carbón para el organismo. Me cuesta poner el aire acondicionado. Me cuesta mucho. El algoritmo del gasto excesivo hace que me sude la mano a la hora de pensar en el dinero. El bolsillo arde.
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