Nueva aportación para la Revista Susurros de luz
Tengo una manía. Confiar en el ser humano.
La confianza es una emoción que te permite vivir sin expectativas a la vez que trabajas el apego.
Hubo un tiempo en el que se podían dejar las llaves por fuera de la puerta, los coches con las ventanillas bajadas, y no pasaba nada. ¿Podría ser por miedo a la condena si te pidan robando? Yo quiero creer que se trata más de respeto a lo ajeno.
Quizás la desconfianza sea producto de la sociedad en que vivimos, a más necesidades, mayores tentaciones para el amigo de lo ajeno, aunque mi pensamiento va más por echar la culpa a los miedos que nos inculcan. No hables con desconocidos; cuidado con el bolso, llévalo bien cerrado…
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