País Low Cost

Hace poco tuve la oportunidad de encontrarme con un cliente al que le gustaba regatear. Me pidió que le bajase el precio de un trabajo porque le parecía muy caro, que por cierto es lo que me paga su empresa por trabajos similares. Este hombre debe de ir a Zara a pedir que le hagan descuentos en la ropa.

No me gusta nada discutir por dinero pero mucho menos que no se valore el tiempo, la creatividad y el trabajo del fotógrafo.

Después de regatearel presupuesto que le dí no me lo acepta,  pero me pide otro trabajo de urgencia mucho más largo y costoso sin presupuesto previo. Contradictorio y poco coherente.

Le hago el trabajo lo mejor que sé. Dejo otros compromisos de entrevistas y conferencias por cubrir su trabajo. Cuando le paso la “factura proforma” después de entregar el trabajo me dice que es inviable. Me quiere pagar por horas como si fuese a planchar a su casa. Le paso las tarifas que publica VEGAP por uso de cada vídeo o fotografía en diferentes medios y formatos para que se haga una idea de que el trabajo creativo no tiene precio, es incalculable. Pero le da igual. Mi miedo es perder a un buen cliente por un hombre que necesita plasmar sus inseguridades en el trabajo a base de violentar a todo el personal, así estaba toda su plantilla amargada como estaba. Convivir tres días con ellos me dio una idea de lo que es trabajar en un ambiente hostil en la oficina o en la obra.

Hoy, hablando con otro cliente, me decía que estamos viviendo en un país Low cost. Me llamó la atención la frase. Estamos dejando de exigir calidad, nos conformamos con pagar poco con y en vez de generar abundancia generamos miseria. Yo no puedo comprar todo lo que me gustaría porque un ser me regateó un presupuesto y me paga menos  y tarda en pagar. No podré ir de compras ni a restaurantes caros, me conformaré con ir a super baratos y a restaurantes de low cost, es lo que puedo pagar. Bajaré la cabeza y miraré para otro lado cuando me pidan calidad a menos precio. No puedo hacer buenas fotos porque el material tiene un precio y si me pides que baje el presupuesto, bajaré la calidad. Yo no hago trabajos malos, prefiero decirte que no puedo hacerlo. El tiempo, la gasolina, la electricidad, el coste de autónomos, el adelantar el IVA, el coste del material, mi creatividad y ni tiempo, no solo la hora que estoy haciendo fotos, la edición, grabación y entrega del trabajo, la gestión de administración y el amor con que hago el trabajo no tiene precio, si no lo valoras, por favor, no me llames.

Yo solo trabajo con empresas y personas que valoran lo que contratan. No más trabajos mediocres.

Yo no quiero vivir en un país de servicios Low Cost.

Quiero trabajar en un ambiente agradable y que se me pague lo que valgo y así poder generar abundancia.

Gracias por entenderme.

Si eres un cliente que me da muchos trabajos y un día no hay presupuesto pues me amoldo, pero no trabajos gratis, que a eso se acostumbra uno rápido pero al pagar autónomos, la luz y la comida no les vale la escusa de que trabajo gratis, n siquiera se lo creerían.

 

Un comentario sobre “País Low Cost”

  1. No veas cómo te entiendo, es el pan nuestro de cada día. Y si hablamos de intangibles, ya ni te cuento.
    En fin, aprendamos de la experiencia y no apliquemos la misma política a los demás.
    Un abrazo

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