Comparto la nueva colaboración que he escrito para la Revista Susurros de luz, editorial de Mayo:
Me veo metido en un bucle en el tiempo, mucho avance y progreso pero la humanidad sigue con sus mismas luchas, los mismos miedos e intolerancias.
Integramos muchas cosas pero no el respetar y normalizamos la confrontación.
En vez de enfrentarnos a los miedos que nos paralizan, nos quedamos parados ante las injusticias sociales. Nos ofrecen diferentes pancartas para encasillarnos y «no me saques de aquí que son mis ideas y la de mis ancestros…»
El otro día mantenía una conversación con una conocida, hablábamos de política. Yo no voto y si pudiese, haría apología de no ir a votar, no por no creer en la democracia sino por no creer en este sistema. La señora sabe que mis ideas son utópicamente de izquierdas, como era Jesús el de Nazaret. El ser humano es bueno por naturaleza, se vuelve malo por la tentadora corrupción del poder, cuando no tienes nada que perder, das tu vida por el prójimo, pero si tienes apego a las cosas materiales, a los cargos, a las palabras que exaltan nuestro ego… ay, que no me pongan cerca del árbol del conocimiento porque la tentación es grande y puedo pecar.
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