Al igual que el año pasado este verano he vuelto a Paraguay, aunque esta vez hemos venido a Asunción, a colaborar en diferentes espacios donde aportamos nuestros conocimientos a la vez que adquirimos otros nuevos. Desam vino 4 meses antes que yo.
Una vez a la semana voy a leer a niños y niñas a una especie de comedor social ubicado en la calle, el Kiosco solidario. Es una experiencia muy enriquecedora, me encanta disfrutar con ellos de las historias que algunas veces leo, otras veces nos inventamos. Hemos jugado al voleibol con una pelota imaginaria que alcanzaba el cielo, teníamos que tener cuidado cuando bajaba porque alcanzaba mucha velocidad, una vez hizo un boquete tan grande en el suelo que hasta pudimos ver un gran hormiguero que se encontraba bajo el parque donde nos reunimos. Otro día tuvimos que cruzar anchos ríos repletos de cocodrilos, menos mal que mis amigos me salvaron… la imaginación no tiene límites y cuando das un poco de amor a unos pequeños, tu niño interior se emociona tanto que te permites disfrutar sin miedos ni límites.
También estamos yendo, esta vez si que vamos Desam y yo, al centro penitenciario Casa del Buen Pastor de Asunción, los lunes vamos a leer a los hijos y sus madres. Es un taller muy interesante donde lo que importa es que niños, niñas y las mujeres vean libros y escuchen historias y que las madres escriban o narren emociones. Los jueves vamos a hacer un taller de escritura creativa con mujeres. Es precioso porque antes de “conectar con las musas” hacemos una pequeña meditación para dejar que las ideas viejas y nocivas se alejen y dar paso a las nuevas por venir. Las mujeres, que nunca habían hecho una meditación guiada antes, se emocionan al conectar con esos seres que o bien ya no están en este plano o les es difícil ver con asiduidad por la lejanía pues estos viven en el interior del país, lejos de la capital paraguaya. Es hermoso sentir como se alejan por unos minutos de su cárcel física y se liberan de emociones permitiéndose sentirse libres esos instantes.
El primer día, cuando les explicaba que una meditación guiada hace sentirte libre de unos barrotes, solté desde dentro de mi corazón que hay muchas personas fuera de la prisión que no pueden escapar de sus barrotes imaginarios, uno de los beneficios de la meditación es esa, poder vivir vidas fuera de nuestra propia cárcel, alejado de todo conocimiento limitante previo.
Lo que se alcanza a sentir en una meditación es libertad, se rompen las cadenas que te atan a un mundo de egos y creencias limitantes que nos invitan a creer que todo lo que se vive es lo único real.
Ver brotar lágrimas de emoción de los ojos de estas hermosas mujeres es la prueba de que las meditaciones guiadas son esenciales, parten de la esencia de nuestros corazones para que cada una encuentre las suyas. Esa esencia que a todos nos une se llama Amor.
Los martes estoy yendo al colegio SEO en el barrio de San Jorge en la Municipalidad de Limpio. Imparto talleres de escritura y oratoria a chavales de los tres últimos cursos. Nos divertimos mientras aprendemos las habilidades para hablar bien en público y la creatividad a la hora de escribir, ya sean breves textos, narraciones o canciones.
Por la tarde dirijo el club de fotografía SEO en donde enseño algunas nociones básicas mientras vemos, hacemos y hablamos de fotografías.
Los miércoles por la tarde vamos al barrio de la Chacarita para dar unos talleres de gestión de emociones, más meditaciones guiadas con mujeres que nunca habían tenido contacto con este tipo de conexión interior. Más lágrimas tras sentir esa bella energía del amor incondicional. Las clases de gestión de emociones sirven para que se conozcan, para que aprendamos a darnos valor y a dar valor a lo que realmente lo tiene.
Estamos aprovechando el tiempo al máximo. Estamos viviendo unas experiencias muy diferentes a las vividas el año pasado, ni mejor ni peor, sencillamente diferente.
Diferente zona, diferente tipo de personas, diferentes necesidades pero el mismo amor y por ello podemos dar gracias desde la humildad de nuestro corazón.
Nos encanta sentirnos tan queridos pir esa gran Fuente de energía que hacen que las cosas pasen.
Gracias.
Hola José, soy Ana Caballero, la hermana de Eva.
Eres un ángel.
Eva me ha comentado que tienes una cuenta para podré colaborar contigo en tu proyecto, me la va ha pasar e intentaré ayudarte con lo que pueda.
Bss