Hace ya unos años me di cuenta de que vivimos más en el miedo y en el enfado que en la gratitud y la alegría…y que decir de dejarse llevar, fluir como dicen ahora…Providencia que dicen las sagradas escrituras.
Tras escuchar lamentos injustificados durante varios días, descubrí la espontanea sonrisa de mi hija mientras disfrutaba de un tobogán de una piscina…ese instante me marcó, mi vida comenzó a cambiar.
Al volver de las vacaciones pregunté a varios amigos sus razones para ser felices…de ahí expuse una expo individual de fotografía llamada Razones para vivir, y dos colectivas, El efecto dominó y Cadena de razones…
Di conferencias, clases de meditación, talleres arteterapia, de Mindfulness y desde hace unos meses, Mindfulness con una mirada fotográfica.
Ayudando al mundo a ser feliz.